Inmigrantes, ciudadanos del mundo.

 

Yo creo que así como en el mundo hay chinos, hay negros, hay blancos, hay indios (hay también dicho sea de paso, unas cuantas mezclas raras hasta el día de hoy no han podido ser identificadas) hay una raza universal, una raza mundial, especial, hecha de una fibra que no te permite aceptar el no! como respuesta, que no conoce la frase «no se puede» que no permite que le digan que las cosas más difíciles y más atractivas en esta vida no se pueden alcanzar y que están convencidos de que el mundo no tiene fronteras, si no que es el hombre el que las crea. Esa raza se llama los inmigrantes. Se han puesto a pensar alguna vez todo lo que envuelve un proceso de inmigrar a otro país? se imaginan los que jamás se han ido, que difícil es decir adiós? que difícil es estar lejos? que difícil es dejar a tus hijos? a tu esposa?  A tu familia?  a tus amigos? a tu país? a tu trampa?. Probablemente la mayoría de gente piensa que los inmigrantes son gente con suerte, gentes lecheras; viven allá huevón! ganan en dólares en euros o en cualquier otra moneda considerada fuerte contra nuestro tan vapuleado sol de oro. Que leche dicen algunos, se fue a vivir a Estados Unidos y se volvió millonario, ahora tiene casa con piscina y viaja en primera clase o los mas bien intencionados con comentarios como “el pendejo es brichero se agarro su gringa calladito y se fue a caficharla»  o la versión femenina de » la pendeja se agarro su gringo y se abrocho » ya saben los criollitos y sus historias romántico-maleteras pero el fondo del asunto es que el inmigrante, tiene que tener algo que el resto no tiene y tiene que sortear una serie